Violencia en el fútbol

Días atrás estaba mirando un partido, en una noticia del entretiempo, pasaron otro conflicto por parte de los "Barras-bravas" de nueva Chicago dejando varios heridos y una muerte. Estos conflictos hacen pesar ¿hasta cuándo seguirá la violencia en el fútbol argentino?
De mi parte, considero  que la violencia  que existe en el fútbol argentino se tiene que acabar para poder concurrir a los partidos sin el "miedo" de que suceda algún disturbio de parte de los "barras".
 La inseguridad en los estadios se debe, en parte, a que la seguridad se los ingreso no son tan efectivas, ya que los barras ingresan con drogas, armas, pirotecnia cuando esto está prohibido.
Estos tan mencionados barras o barras-bravas no son un invento argentino, porque anteriormente surgieron los "hooligans"(barras ingleses) y los "ultras" (barras italianos) quienes, participaron de tragedias como la de Heysel, que se produjo en una final de la Copa Europa (hoy Campions League) en 1985. En ella, hubo 39 muertes y centenares de heridos. La UEFA decidió sancionar al fútbol inglés con cinco años sin participación en torneos internacionales y para el club inglés que participó en la tragedia la sanción fue de diez años, después reducida a seis.
Luego, en 1989, el club inglés protagonizó otra tragedia más dura, que se llamó tragedia de Hillsbrongh; en ella, se produjo una avalancha de hinchas, dejando un saldo de 96 muertes.
Un par de años después el gobierno inglés obligó a los clubes a mejorar las infraestructuras de los estadios y mecanismos de seguridad como la implementación de butacas individuales, la eliminación de vallas de seguridad alambradas, se mejoraron los accesos para evacuar rápidamente el estadio en caso de emergencia y se instalaron cámaras de videos, etc. Todo esto, redujo los incidentes en los partidos. Más tarde, esas medidas se tomaron en casi toda Europa.
Por otro lado, en Argentina los barras son los que organizan los recibimientos al equipo en cada partido, elaboran cánticos de aliento, etc, pero esto no justifica que sean, por ejemplo, casi impunes ante la ley, que reciban sueldos de parte de las dirigencias de sus clubes, enormes cantidades de entradas para revender, libertad para vender droga dentro de los estadios, hasta reciben porcentajes de transferencias de algunos jugadores, entre otras cosas.
En conclusión, ya es hora que tomen carta en el asunto y adquieran alguna medida contra la violencia en el fútbol como la mayoría de los países europeos, para poder, en un futuro no tan lejano, disfrutar de lo más hermoso de este deporte tan apasionado.